El agroturismo diversifica la oferta turística dominicana
En medio de una montaña en Río Grande Abajo, Altamira, en la provincia Puerto Plata, una pareja de japoneses llegó atraída por uno de los encantos de República Dominicana. Antes de ellos, turcos, polacos, franceses y checos llegaron por la misma razón: el cacao.
Rodeada de plantaciones del también conocido como “oro negro”, por su valor y significado histórico, Chocolate Mountain es un alojamiento ecológico que impulsa el denominado agroturismo, en el que integran al turista o viajero y la actividad agrícola.
“Es un proyecto donde nosotros ofrecemos experiencias de agroturismo. Tenemos tres líneas de negocio. Está el alojamiento a través de glamping, en el que ofrecemos experiencia del tour del cacao, pero también comercializamos productos locales y artesanales”, explica a elDinero Jenny Checo, propietaria del establecimiento que surgió como refugio durante la pandemia y que hoy apoya la economía de distintos negocios en la zona.
Las actividades giran en torno al cacao, que rodea el hospedaje con una plantación que se extiende por toda la propiedad. De acuerdo con Checo, los visitantes que provienen de países de Asia como China o Japón, así como Francia, Polonia, Turquía y la República Checa, llegan buscando “el origen del chocolate” y conocer el proceso de elaboración.
Se trata de nacionalidades que, cuando se habla de turismo en República Dominicana, no se suelen enfatizar, sin embargo, las estadísticas del Banco Central (BC) muestran que, en 2023, llegaron al país 65,473 turistas polacos, 29,685 chinos, 17,880 checos y 3,655 japoneses.
“Hoy salieron unos polacos y llegaron esta pareja de japoneses. Había unos españoles la semana pasada, unos de la República Checa, ayer también pasaron unos franceses”, sostuvo Checo, antes de señalar que tienen capacidad para siete personas.
Durante la entrevista, la pareja de japoneses tostaba granos de cacaos en un caldero. Es la experiencia que buscan los turistas hoy, así como el proceso de cosechar sus propios alimentos durante su estadía, acampar al aire libre, conocer los rubros que se cosechan en tierras dominicanas o disfrutar de la naturaleza, más allá de las paradisíacas playas.
“Los polacos tenían siete días en Punta Cana. Ellos vinieron para este lugar y se regresaron a su hotel de nuevo, pero duraron una noche acá porque querían vivir la experiencia de cacao y fue algo totalmente nuevo para la señora. Los turistas quieren vivir la experiencia de estar en contacto con el campo dominicano”, dijo. Al final de la estadía, los visitantes tienen la posibilidad de partir con su propio “chocolate”.
Chocolate Mountain cuenta con dos cabañas con un estilo matrimonial, así como la Casa Guama, que dispone de dos habitaciones que cuentan con cama, sofá, cama y otra habitación extra. El alojamiento también dispone de un huerto donde cosechan la mayoría de los alimentos que consumen.
Cacao
Cuando se habla de cacao, se debe hacer referencia a República Dominicana, uno de los 10 países con mayor producción. De acuerdo con datos del Ministerio de Agricultura, en el país se reportaron 896,367 tareas sembradas del grano en 2020, último año del que se tiene registro.
El Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura indica que hay alrededor de 2.4 millones de tareas (150,000 hectáreas) sembradas de cacao a cargo de alrededor de 40,000 productores, con 36,236 fincas registradas, de las cuales el 16.5% se dedican a la producción de cacao orgánico.
De ahí que Jenny Checho pertenezca y promueva los micronegocios que giran alrededor de los productos derivados del grano. “Tenemos nuestra cerveza prémium, La Cimarrona, una cerveza con cacao de aquí mismo de Altamira, que ha tenido muy buena aceptación en el público”, sostuvo.
Además, se elaboran jabones de cacao y comercializa productos de la zona. “Tenemos disponible un vino de cacao, de una cooperativa de mujeres de aquí de la zona, mis vecinos me traen miel, el agrio de naranja que también se produce en la localidad”, detalló. La idea es exponer a los visitantes extranjeros y locales todas las posibilidades del grano. “La intención de movilizar la economía local y de dinamizarla”, agregó.
Chocolate Mountain
Chocolate Mountain ofrece a sus visitantes sumerge a sus visitantes en la cultura y el proceso de producción del cacao. Checo destaca la importancia de transmitir conocimientos de manera accesible y transparente. Desde el inicio, los huéspedes son recibidos con frutos frescos de cacao, seguido de una introducción detallada al proceso de transformación del cacao en chocolate.
Más que una simple demostración, los visitantes se convierten en participantes activos, involucrándose en cada etapa, desde la cosecha hasta el tostado, experimentando de primera mano el trabajo y la dedicación requeridos.
La experiencia se enriquece con la inmersión en la vida cotidiana de la comunidad local. Los huéspedes también aprenden sobre la historia del cacao y del pueblo circundante, para obtener una comprensión más profunda de la cultura y las tradiciones locales.